El tratamiento de radiofrecuencia es uno de los grandes descubrimientos de los últimos años, ya que consigue llegar a capas profundas donde las manos son incapaces de llegar.
La radiofrecuencia estimula los mecanismos naturales de la curación y recuperación de tejidos de forma no invasiva. Usa una forma de corriente de alta frecuencia aplicada mediante un sistema que combina los modos capacitivo y resistivo.
Esta nueva tecnología electro- regenerativa proporciona efectos biológicos y ayuda a la célula a realizar sus funciones básicas, así como acelera la regeneración de tejido, la cicatrización y tiene propiedades analgésicas, antiinflamatorias y regeneradoras.
El modo capacitivo de esta tecnología se centra en el tejido blando y consigue reducir la resistencia interna de los tejidos, lo que proporciona una mejor vascularización de la zona a tratar.
El modo resistivo actúa a nivel más profundo y se centra en tejidos más resistentes, como articulaciones, ligamentos y tendones.
El objetivo de las investigaciones está ligado a la reducción del dolor y a la mejora en el tiempo de su recuperación. Utilizando esta tecnología de radiofrecuencia regenerativa obtenemos un triple efecto en los tejidos durante la rehabilitación: aumentando la velocidad de recuperación, acción fibrolítica y antiinflamatoria.
Las lesiones más frecuentes tratadas con esta técnica son:
- Lesiones terapéuticas: contusiones, esguinces, fracturas, post operatorios…
- Fisioterapia deportiva: descarga muscular, prevención lesiones, mejora de la fatiga muscular, preparación al esfuerzo…
- Lesiones articulares: bursitis, tendinitis, síndrome del túnel carpiano…
- Patología reumática: artrosis, artritis, cervicalgia, lumbalgia, ciática, hernia discal…
- Así como en lesiones musculo- esqueléticas y dolorosas del suelo pélvico.
Las ventajas del método son innumerables, siempre y cuando se realice de manera correcta y por personal formado.
Está contraindicado en mujeres embarazadas, en pacientes con marcapasos o con alguna tumefacción.